Así ¿A QUIÉN LE DAN GANAS?
- La Casa De Colores
- 1 mar 2022
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 23 ago 2022
SOCIEDAD Y POLÍTICA Por: Gina Osorio/Paquita @paquitaladecolombia

Ningún ser humano decide dónde nacer, ni sus condiciones,
ni sus opciones…
A pesar de eso el entorno se encarga de prepararle, o bueno se supone debes adaptarte, adquiriendo como propias, creencias, formas de leguaje y hasta costumbres que dependiendo del tipo de sociedad te dirán lo que es moral, ético, legal o no.
En mi caso he nacido con alma y sangre de nómada, me
cuesta un poco aceptar ciertas condiciones, es decir
fácilmente, me adapto, pero solo acepto mis propias formas
de pensar y actuar, por lo menos lo intento, pues un error
sería afirmarlo con un 100% de verdad, ya que como lo
mencione inicialmente nacemos de alguna u otra forma
condicionados… mi principio será, no hacer daño intencional.
He nacido en un país gobernado por seres humanos
ambiciosos, donde el negocio es a partir del poder, la
explotación de los recursos naturales y no solo desde el
dominio de la tierra, si no del miedo, pues de sangre ha sido
manchada su historia, aquellas y aquellos que decidieron
emanciparse con nuevas ideas, han sido silenciados
comprados y hasta descuartizados.
Sus bases fueron implantadas por un modelo social
organizado desde la colonización, la evangelización y las
formas de producción capitalista, machista y por supuesto en
desigualdad. En el caso de la colonización para justificar las
diferentes formas de esclavitud moderna, la evangelización
para dominar creencias, generar doctrinas y enceguecer
“pacíficamente” a aquel o aquella (sobre todo a aquella), que
requiera orientación o respuesta. ¿Y qué hay de la ciencia, la
filosofía, las artes y el conocimiento en general?; el primero
fue ridiculizado con intención y estrategia, del segundo se
sabe que algunos libres pensadores y científicos fueron
segregados, torturados y utilizados en muchos casos para
construir historias que permitieran a los gobernantes subir su
ego e imagen pública para “mantener el control de sus
votantes”.
Desde la creación de la moneda, la acumulación del capital
fue aprovechado por ciertas clases sociales y políticas. Los
medios para generar la producción y sus ganancias fueron
controlados por las oligarquías.
Estoy de acuerdo con que las personas generen capital que
vaya en sintonía con su esfuerzo, inversión y tiempos de
trabajo, no por corrupción y/o conflicto de intereses, así
mismo el estado debe regular que sus ganancias vayan en
equilibrio con el pago de impuestos correspondientes y que
las relaciones laborales no generen ningún tipo de
aprovechamiento individual e injusto con respecto a las
condiciones ofrecidas. En todo caso, las formas para generar
ingresos o riquezas deberán respetar las leyes de protección
ambiental en toda circunstancia. Con respecto también a la
responsabilidad del estado, este debe cumplir si o si con la
declaración internacional de los Derechos Humanos.
Si le preguntas a una persona del común, su opinión sobre
las formas de gobierno o el funcionamiento del sistema
mundial, tal vez su respuesta sea que el hombre es corrupto
en obra y pensamiento por haberse alejado de las creencias
religiosas, “por no aceptar a cristo en sus corazones, para
brindar amor”, lo que implicaría mínimo respetar la vida,
salvaguardar la dignidad y generar protección por lo colectivo.
Otros simplemente no dirán nada y solo te verán como una
“mamerta” más, pues para ellos o ellas el estilo de vida en el
mundo o al menos en nuestro país es normal, y solo aceptan que su vida sea un paso sobre el tiempo donde debes cumplir
el estándar impuesto y con los impuestos también, como
zombis hacia la destrucción… en el mejor de los casos
nacer, crecer, aprender los códigos de comunicación,
desarrollarse, endeudarse, estudiar, casarse, trabajar,
reproducirse, enfermar y morir "feliz o desgraciado", si se
puede dejando carro, casa o buena herencia para que las y
los familiares que aún quedan vivos (no con más de 100 años
como promedio de vida del humano), en la mayoría de casos
se maten o dividan por reclamar lo que suponen les
pertenece.
Al mismo tiempo, en otro contexto social, la orden será nacer,
(ni siquiera crecer) aprender a aceptar las dificultades de un
entorno hostil entre guerras, narcos, pandillas, drogas,
asesinatos, violaciones, hambruna, injusticias; siendo parte
de este o asumiéndolo bajo su propia responsabilidad, y con
ese panorama ¿a quién le quedan ganas de participar o
hablar de política?...
Para finalizar hagamos un resumen a través de una breve historia; Lucy Sofía nació un día en el cuarto de la finca de sus abuelos (donde abundaba el plátano, la cebolla, los frijoles, el maíz, la yuca…) comprado fruto de la pensión, liquidación o tal vez los ahorros del trabajo del abuelo, en el ingenio azucarero colombiano La Cabaña (su labor consistía en mantener limpias las zanjas que desviaban el cause del río para orientarlo a los cañaduzales, que por cierto dejaban secas las acequias de las fincas, una triste ironía…). Bueno, el caso es que Lucy en el colegio sufrió de bullying, un tema de antaño que se normalizó y que hoy en día se ha convertido en un desafío de orientación psicosocial, ella con carácter y valentía lo superó, fue una estudiante promedio, logró ingresar a la universidad, pero por falta de ingresos estables no se pudo mantener, la referencia que tenía su familia sobre las universidades públicas es que estaba llena de tropeleros y guerrilleros (si y no) … Desde menor aprendió a cocinar, lavar, trabajar y entendió desde sexto de bachillerato que el
país era gobernado por una clase privilegiada, conformada por ricos y familias con poder, ya acostumbrados a la corrupción, la mafia, la rumba, el alcohol y la coca por montón, el azúcar además es un ingrediente bien importante en este recuento de país.
Intentó hacer la catequesis para cumplir con los sacramentos estipulados en la biblia (un conjunto de libros escritos por un poco de machos…), pero ¿adivinen qué?, no logró cumplir ni dos semanas, pues, se dio cuenta que aprenderse oraciones impuestas que no sentía ni fluían de su corazón, no debía ser correcto, tampoco le agrado la forma en que la docente una señora ya de edad, cansada tal vez por su oficio como maestra de primaria, impartía su adoctrinamiento.
Sofía no es atea, solo confía en el poder de las energías de la naturaleza, el espíritu, la causa y consecuencia, el dharma y el karma, el amor como principio fundamental para la reconstrucción de lo que se quiera mejorar, sanar o proteger.
Ella está convencida de que la opción para lograr una vida digna, justa y en paz se logra siempre y cuando los humanos, como una especie más de los seres vivos, puedan re
construir de manera colectiva en equidad y armonía con la naturaleza, acuerdos de convivencia planetaria y esto se da en la medida en que la mayoría de las sociedades aprendan sobre la importancia de participar, de movilizarse, de indignarse si es necesario para reclamar por sus justos derechos, por ejemplo la vida, la salud, la educación, la
seguridad y la participación, sin restricción, sin fronteras, sin dictadura, sin corrupción y donde el humano al fin pueda decidir sobre sus condiciones, opciones y posibilidades en su
corta vida.
Así ¿A QUIÉN LE DAN GANAS?
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